La tarea de la oficina de Respeto a la Vida es clara: seguimos el plan pastoral de los obispos. Los obispos nos llaman a hacer un ministerio pro vida basado en cuatro pilares: Información pública/educación, oración, vida pública y cuidado pastoral. Lo que nuestra oficina hace con esos cuatro pilares es defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Ese es el trabajo que nos mantiene ocupados. Nuestra intención es que todos veamos que la vida es un regalo, y como tal lo tenemos que cuidar. Este comienzo de año, tenemos proyectos nuevos que esperamos de verdad impacten a los feligreses, con el fin de que podamos entender un poco el llamado de Dios a ser santos. Todos estamos llamados a ser santos, y lo podemos lograr con la gracia de Dios. Tuvimos bastantes actividades en enero, porque recordamos que el 22 de enero de 1973 pasó la ley Roe Vs. Wade que permitió el aborto en este país, y ahora desgraciadamente tenemos cincuenta y seis millones de niños que no están con nosotros, que son nuestros hermanos, primos familiares, alguien que no está. Siempre recordamos este mes, queremos cambiar esta mentalidad porque Dios es el dador de vida. Antes con el cardenal George y ahora con el arzobispo Cupich celebramos siempre en enero una misa arquidiocesana por la vida. Este año dicha misa se celebró el 9 de enero en St. Cletus, en La Grange. Nuestra intención es orar no solo por aquellos que han fallecido en un aborto. Vivimos en una ciudad violenta, donde mucha gente muere por violencia en las calles. Y esas vidas nosotros las respetamos. Entonces, cada año hacemos también una procesión de rosas, en la que cada rosa representa mil muertes en nuestra arquidiócesis. La procesión se llevó a cabo en La Grange, antes de la misa en St. Cletus. Este año tuvimos 23 rosas por las 23 mil personas que sabemos por el departamento de salud que murieron por aborto en el área de la arquidiócesis en 2014. Los datos de 2015 aún no están disponibles. En 2013 fueron 25 mil, entonces ha habido una disminución, por lo que estamos contentos. Le pedimos a Dios que siga tocando los corazones de las personas que permiten los abortos, lo que trae tantas consecuencias a nuestras familias, queda una herida en el corazón. Nuestro ministerio está ahí presente, para apoyar a esas personas que han tomado una decisión. No para juzgar. Nosotros no juzgamos, apoyamos a la persona para que sienta esa misericordia, ese amor, por eso comenzamos todas nuestras actividades con oración. Para más información visite nuestra página web: www.respectlifechicago.org