Área de Chicago

Comentarios del arzobispo Blase Cupich en la Marcha por la Vida en Federal Plaza 17 de enero de 2016

Por Redacción Chicago Católico
domingo, enero 31, 2016

Les agradezco que estén aquí el día de hoy y en especial doy la bienvenida a todos nuestros visitantes de fuera del estado. ¡Esto no es frío! ¡Esto es Chicago!

Lo que estamos haciendo aquí el día de hoy es muy significativo. Permítanme señalar tres cosas.

En primer lugar, nos encontramos en un lugar llamado Federal Plaza. Este nombre nos recuerda que lo que hagamos hoy aquí tiene un impacto no sólo en nuestros barrios, nuestras ciudades o nuestros estados, sino en toda la nación. Este es un asunto federal, un problema para todo el país y lo que estamos haciendo aquí es rescatar el alma de nuestro país, el cual, estoy convencido, dentro de sus más profundas raíces tiene la de valorar la vida.

En segundo lugar, estamos ocupando un lugar que es bastante grande, lo que nos recuerda que lo que estamos haciendo aquí el día de hoy tiene que ver con asegurarnos de que nosotros, como país, hagamos un espacio para cada vida humana. A ningún niño se le debe decir que no hay lugar para ellos. El vientre materno no debe ser la tumba del niño. Acabamos de celebrar la Navidad, la temporada que presenta el nacimiento de un niño, una temporada de nueva vida y de un nuevo comienzo. Un niño, como ninguna otra persona, crea y fomenta la esperanza en nuestro mundo. Tenemos que hacer espacio para el niño del mismo modo que necesitamos la esperanza que nos trae. Lo que estamos haciendo el día de hoy tiene que ver con hacer lugar para la esperanza en nuestro mundo.

Por último, nos reunimos en un día muy frío, sin embargo, nuestros corazones se calientan con el apoyo que nos damos unos a otros. Queremos que este calor se propague en el mundo para que a su vez, el mundo dé una cálida bienvenida a los niños. Ahora que se encuentran apiñados unos con otros, y muy abrigados, recuerden asumir la marcha del día de hoy con el objetivo de llevar calidez a un mundo que puede ser un lugar frío para otros, sobre todo cuando se encuentran vulnerables, cuando sus vidas no son respetadas ni protegidas.

Lo que estamos haciendo aquí el día de hoy es muy significativo. Nos reunimos en un lugar llamado Federal Plaza para anunciar que nuestro mensaje está dirigido a todo el país, no sólo a nuestros barrios, ciudades o estados. Nuestro país necesita escuchar este mensaje sobre la dignidad de la vida humana y tomar medidas para proteger esa dignidad si ha de ser fiel a su alma. Ocupamos un espacio para recordar, a nosotros mismos y a los demás, que debemos hacer espacio para los más vulnerables en nuestra sociedad, para que a nadie se le diga, "no hay lugar para ti". Nos hemos reunimos en un día muy frío, con temperaturas gélidas, y sin embargo tenemos la serenidad y valentía para realizar esta marcha porque nos damos calor unos a otros. Queremos que la calidez de nuestra convicción y nuestra unidad se extiendan a nuestras familias, a nuestros barrios, a nuestras ciudades, a nuestros estados, a nuestra nación y a nuestro mundo para que los niños siempre encuentren una cálida bienvenida en su nacimiento.

Así pues marchemos. Mantengámonos en calor. Encontremos nuevo valor y esperanza apoyándonos unos a otros el día de hoy. Dios los bendiga a todos.

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