El Evangelio del 8 de mayo nos dice: En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado. (...) Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.”. Jesús dice “me has amado desde antes de la creación del mundo”. Estas palabras son tan similares y van con el mensaje del día 8 de mayo, en el cual observamos una celebración civil, el Día de las Madres. Muchas por el hecho de ser madres nos aman desde antes de que llegáramos al mundo. Aún estamos celebrando la Pascua del Señor, y nuestra meta es el amor. Todo lo que se habla sobre el amor, el Papa Francisco lo desarrolla en su nuevo documento “Amoris Laetitia” (“La Alegría del Amor”). Con la alegría del amor también vienen las pruebas. Meditemos en María, Madre de Jesús, Madre de Dios, y la alegría que ella recibió al escuchar el anuncio de ser madre del Salvador, un anuncio recibido en el silencio de la meditación y la oración. Esto no implicó que el amor llegase y que todo iba en marcha, implicó miedo, sufrimiento, dolor, inquietudes, humi l lación etc….pero la alegría era tan abundante que ella la expresó de manera simple, con paciencia y humildad. La ternura del abrazo: #27 del documento Amoris Laetitia. Cristo ha introducido como emblema de sus discípulos sobre todo la ley del amor y del don de sí a los demás (cf. Mt 22,39; Jn 13,34), y lo hizo a través de un principio que un padre o una madre suelen testimoniar en su propia existencia: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» (Jn 15,13). Fruto del amor son también la misericordia y el perdón. En esta línea, es muy emblemática la escena que muestra a una adúltera en la explanada del templo de Jerusalén, rodeada de sus acusadores, y luego sola con Jesús que no la condena y la invita a una vida más digna (cf. Jn 8,1-11). La nueva exhortación apostólica del Papa Francisco, dada a conocer el 8 de abril, trae “una rica reflexión sobre la misión de la familia… La exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia es la culminación de un proceso sinodal convocado por el Papa en 2013. La Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos se reunió en octubre de 2014 en torno al tema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. En octubre de 2015, la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos se basó en el primer sínodo para examinar el tema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”. El silencio en la Liturgia nos invita a que miremos no solamente nuestro núcleo familiar, sino nuestras comunidades, nuestros países, y sobre todo nuestra nación. ¿Cómo vamos a comenzar a ser familia y dar la vida por nuestros seres queridos, y por los demás si queremos imitar el amor de Cristo? Reflexionemos en este mensaje del Evangelio del 8 de mayo y la Exhortación del Papa Francisco, “La Alegría del Amor” y seamos como nuestras madres antes que llegásemos al mundo, que nos amaron sin saber lo que les esperaba. Practiquemos esa misericordia hacia los demás. Feliz Pascua Feliz Día de Las Madres a todas, Vivas y Difuntas.